En la actualidad, las familias gitanas españolas son cada vez más conscientes de que la etapa de educación infantil es en sí misma un estímulo para el desarrollo de las capacidades de los niños y niñas, y el momento en que se promueven los hábitos que favorecen los procesos educativos en el resto de etapas.
En las dos últimas décadas se ha dado una escolarización casi total de las niñas y niños gitanos, pero la recepción de las escuelas y la respuesta de las familias gitanas han sido diferentes y hoy nos encontramos con situaciones escolares muy diversas.
Todo este proceso evoluciona de forma irregular pero progresiva pues aunque haya aumentado el numero de escolarizaciones aún existen diferentes cuestiones mejorables como son el absentimo escolar, el abandono prematuro, la falta de apoyo familiar y la dificil convivencia en los centros escolares.
Las familias gitanas están interesadas por la escolarización de sus hijas e hijos.
Está cambiado la idea de desprestigio y de apayamiento, por el reconocimiento de la necesidad de la educación. Una educación que tiene un valor en sí misma, que eleva el nivel de formación y, sin duda muy importante, como un paso previo para conseguir y normalizar una situación social y de trabajo en el futuro de la poblacion gitana.
En este proceso de cambio ha ayudado el que las administraciones educativas y de asuntos sociales, a partir de los años 80, hayan promovido una serie de programas de compensación educativa y de apoyo a la escolarización gitana, así como de seguimiento y refuerzo a la asistencia de las niñas y niños gitanos a la escuela.
Otros muchos y muy diversos factores han incidido en este cambio, como son el acceso a una vivienda y con ello a normalizaciones en higiene, en relación y convivencia vecinal interétnica, estabilidad en un barrio, etc.; también la estabilidad laboral, aunque ésta sea en la venta ambulante; y otras.
La informacion obtenida la he extraido de La educacion y el pueblo gitano y Fundacion Secretariado Gitano.
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